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Modelo de Desarrollo sostenible

La financiación de inversiones para la adaptación al cambio climático


El cambio climático no es un problema de ambiente sino de modelo de desarrollo, dicen los expertos. En este artículo se recogen algunas de las ideas planteadas en el seminario “La banca de desarrollo y el financiamiento de inversiones para la adaptación al cambio climático”*.


  • El cambio climático es un problema del modelo de desarrollo. Según algunos estudios, desde1950 se ha producido un incremento acelerado de la circulación de vehículos, la depredación de los bosques tropicales y la biósfera. En los 80’, las emisiones de CO2 se estancaron debido al aumento de los precios del petróleo; sin embargo, posteriormente se aceleraron y ocasionó que los mares absorban un tercio de las emisiones, con lo cual se está llegando al punto de colapso por acidificación. De acuerdo con lo mencionado, se puede señalar que hay una conexión fuerte entre el modelo de desarrollo y el deterioro del medio ambiente. Aquello nos lleva a reflexionar sobre cómo cortar este vínculo existente para revertir esa situación.
  • La inversión para restituir esta situación es sumamente rentable ya que por cada dólar invertido se obtiene un ahorro de siete dólares. Por otra parte, los costos de los seguros por cambio climático aumentan de manera sistemática como consecuencia de la intensidad de los fenómenos naturales.
  • Los desafíos que impone el financiamiento para la adaptación al cambio climático son de alta relevancia para América Latina y el Caribe ya que si no se toman acciones inmediatas, las pérdidas podrían alcanzar los US$ 100 billones en 2050. Adicionalmente la inversión anual para adaptarse a los impactos físicos esperados se estima entre US$ 17 billones a US$ 27 billones.
  • En el sector agrícola hay una alta exposición y vulnerabilidad a riesgos climáticos (sequías, inundaciones, heladas, vientos y granizo). Estos son cada vez más frecuentes e intensos ocasionando nuevas zonas y sectores afectados. Por ello, el impacto económico es muy significativo tanto para el sector productivo como para el sector público. En este sentido, instrumentos como el seguro agrícola permiten gestionar los riesgos climáticos de manera eficiente, estabilizar el ingreso de los agricultores, dar sustentabilidad a la economía rural (impacto social), facilitar el acceso al crédito y orientar la producción de acuerdo con pautas estratégicas.
  • Para efectos de la adaptación al cambio climático es importante contar con una buena gestión financiera de riesgos que comprenda tres aspectos:

1) para las emergencias, disponer de los instrumentos de transferencia de riesgos, líneas de crédito contingente y fondos de reserva;

2) para la reconstrucción y reposición contar con el aseguramiento eficiente de riesgos sobre infraestructura pública; y

3) desarrollar el mercado de seguros locales con su adecuada regulación y supervisión, en particular aquellos de carácter general asociados a riesgos de desastres y cambio climático.

  • En el caso de la banca nacional de desarrollo y su actuación frente a los riesgos climáticos, es de singular importancia que haya disponible instrumentos de cobertura de riesgo para llevar a cabo su actividad. En el financiamiento de la infraestructura y sectores productivos, está el promover inversiones que permitan la adaptación al cambio climático y reducir la exposición de la cartera crediticia a este tipo de riesgos; así como fomentar la provisión de productos y servicios para la gestión de riesgos de los sectores productivos, tales como los seguros.
  • Existen múltiples barreras que pueden ocasionar que el sector privado no invierta en resiliencia climática. Entre ellas podemos señalar: las brechas en las políticas, debido a la falta o deficiente marco regulatorio; el desconocimiento para evaluar e incorporar los riesgos del cambio climático en las inversiones; la toma de decisiones de financiamiento o el acceso a financiamiento inadecuado; la incertidumbre sobre el retorno de la inversión; o el miedo al riesgo.
  • Como las barreras varían según el tipo de negocios, actores involucrados o nivel de exposición al clima; los bancos de desarrollo pueden ser el puente entre las fases de pre-inversión e inversión ya que ellos tienen una posición privilegiada para participar en la creación, estructuración e implementación de inversiones resilientes al clima. Los bancos de desarrollo están comprometidos con los clientes o bancos comerciales locales para identificar, evaluar y administrar riesgos climáticos (u oportunidades); tienen los equipos técnicos en las áreas de negocios con la información y las herramientas que los clientes necesitan para evaluar la inversión de las empresas caso por caso; cuentan con la evidencia básica necesaria para estimular el interés del sector privado en la resilencia climática; y están comprometidos para impulsar reformas y facilitar el diálogo entre el gobierno y las empresas.
  • La experiencia de las fuentes de inversión regional como, por ejemplo el BID, muestran que los bancos de desarrollo tienen alto potencial para promover financiamiento público y privado y orientarlos a proyectos de cambio climático; son innovadores y tienen la capacidad para gestionar productos verdes; cuentan con gran potencial para apoyar enfoques programáticos o sectoriales en lugar de proyecto por proyecto; poseen habilidad para entender lo que son las barreras financieras y segmentos específicos del mercado; disponen de conocimiento para comprender los mercados no financieros y apoyar la creación del mercado, incluyendo el desarrollo de proyectos bancables y la coordinación o participación de los actores relevantes; crecen en importancia en el desarrollo de herramientas de mitigación de riesgo, particularmente en mercados líquidos; y aprenden, en el proceso o con la práctica, soluciones definidas para necesidades específicas de los clientes.
  • Casi todos los bancos de desarrollo que financian proyectos de mitigación del cambio climático están orientados a los sectores de industria, energía, turismo, agricultura; sin embargo, muchos de los instrumentos que utilizan tienen elementos de adaptación que no han sido incorporados de manera intencional. Las inversiones en adaptación a diferencia de las de mitigación tienen un impacto incierto ya que los eventos del pasado no permiten tener un cálculo exacto, lo cual constituye un gran reto para los bancos de desarrollo. Por el contrario, en mitigación es factible saber los costos y la rentabilidad, y a pesar de ello, el sector privado no toma créditos; por lo cual se vuelve complicado incentivarlos a que hagan proyectos de adaptación y realicen las inversiones que se requieren.
  • Si la mitigación es un problema complejo, la adaptación lo es aún más, entonces la coordinación de los diferentes actores es relevante al igual que un marco regulatorio adecuado para incentivar a la inversión privada. Asimismo, contar con la debida información es clave y es el Estado quien tiene que proveerla y no el sector privado, considerando además que no es responsabilidad de una oficina de estadística sino de diferentes fuentes y canales de distribución que permiten su fluidez y disponibilidad para los principales actores involucrados en el financiamiento e inversión en proyectos de cambio climático.