Programas de Financiamiento

Hablar del desarrollo del país es referirnos, también, al crecimiento del sector empresarial. Las innovaciones tecnológicas y el mejoramiento de buenas prácticas son algunas de las nuevas tendencias en la industria. En ese camino, el Crédito a Empresas (CAE) se constituye como un proyecto innovador y estratégico.

Suscrito por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice) y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) –a través del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar)–, el CAE es un convenio de participación que impulsa el desarrollo de proyectos de modernización tecnológica. ¿El objetivo? Alcanzar una mayor competitividad en el sector productor de bienes.

Hablemos del CAE

Innovación y modernización son características fundamentales que deben presentar los proyectos para optar por una línea de financiamiento que cubre, en algunos casos, hasta el 80% del proyecto.

El plazo máximo del crédito es de 108 meses y se otorga un período de gracia de hasta 2 años. Por su parte, la amortización se realiza a través del sistema francés o alemán (mensuales o trimestrales), según criterio del BICE. La tasa de interés es combinada y se determina según las ventas anuales, siendo su cálculo aplicado por el promedio ponderado, de acuerdo a los porcentajes aportados por el Fontar y el Bice al financiamiento.

En el caso de recursos aportados por el Fontar (70% del financiamiento), se aplica una tasa de interés fija del 1% nominal anual (TNA). Los recursos destinados por el Bice (30% del financiamiento) responden a una tasa de interés combinada, también determinada por el Bice.

La tasa para el componente fijo será de 12% TNA, mientras que la tasa para el componente variable lo determina la base de la tasa “Badlar Bancos Privados” (tasa de interés pagada por depósitos a plazo fijo de 30 a 35 días de más de un millón de pesos) más un margen de 150 puntos básicos.

Empezando a crecer

El financiamiento tiene como primer paso la presentación de los requerimientos del cliente, principalmente para gestionar el análisis de la empresa ya que su anteproyecto será evaluado por el Bice y la ANPCyT. Luego, ambas instituciones presentan su preaprobación en un plazo máximo de 10 días hábiles. El resultado es notificado por medio fehaciente a la empresa por la ANPCyT y si la propuesta resulta pre-aprobada, se procede a conformar los legajos pertinentes entre ambas instituciones.

Cabe resaltar que el Bice asume la evaluación del riesgo crediticio de los proyectos y la capacidad financiera de la empresa solicitante elaborando un Dictamen de Evaluación Financiera. Si el resultado es positivo, la empresa presenta el formulario de proyecto CAE definitivo y la documentación requerida por la ANPCyT para su resolución. En este punto del camino, solo resta acordar el financiamiento, la instrumentación y el perfeccionamiento de las garantías que correspondan.

Agentes del cambio

La línea Bice-Fontar resalta la importancia del trabajo cooperativo entre el Estado y el sector privado en el financiamiento de proyectos de alto valor agregado, que tienen como claro objetivo el desarrollo del país. Pero, ¿quiénes pueden acceder a este financiamiento? En principio, todas las empresas que realicen actividades económicas en los sectores productivos de bienes y servicios; adicionalmente y según criterio del banco, aquellos sectores que considere estratégicos.

El impacto social de esta propuesta salta a la vista: la economía argentina registra un incremento en los proyectos de desarrollo y modernización tecnológica a tasas competitivas. Siendo el primer convenio entre el Bice y ANPCyT un claro referente de esta tendencia, con 19 operaciones aprobadas por un total cercano a los $50 millones de pesos (unos US$ 12.2 millones). El segundo convenio, vigente hasta el día de hoy, ratifica la continuidad de los términos y condiciones del primero y fortalece el mejoramiento del país.

Números a favor

El acceso al instrumento de financiamiento tuvo una amplia cobertura en las pymes. En total, 22 empresas con proyectos de innovación y modernización recibieron el financiamiento. El monto promedio de cada una fue de $890 mil, siendo destinados el 82% de los fondos a empresas medianas y pequeñas, y el resto a las empresas grandes.

El monto total de los proyectos superó los US$ 19.6 millones, divididos en diversas actividades del sector económico como productos químicos, metalmecánica y minería. En cuanto al costo del crédito para el proyecto financiado, la tasa final se ubicó en un rango de 5,6% a 9,6% según la empresa. Una tasa muy conveniente para las condiciones del mercado financiero argentino.

Tarea aprendida

• A lo largo del desarrollo de la línea de financiamiento, se han podido establecer algunos puntos favorables:
• La posibilidad de celebrar convenios y acuerdos de cooperación con otras instituciones genera grandes beneficios.
• La coordinación entre distintas entidades del Estado potencia los recursos destinados y otorga soluciones inéditas para el mercado.
• Con el cofinanciamiento, el banco obtiene nuevos conocimientos que se traduce en capacidades alternas para convertirse en un agente de consulta y asesoramiento para nuevos proyectos.
• Los proyectos de modernización tecnológica beneficia tanto a la empresa emprendedora como a la comunidad.
• Cada iniciativa es un caso único y particular para el Bice, que respeta las singularidades y características propias de los diferentes actores involucrados.
• La asociación de este tipo de proyectos a los objetivos propios del banco, fomenta y fortalece la concreción de los mismos.

Camino que sigue

Más allá de la importancia que tiene la Línea conjunta Bice-Fontar en incentivar la competitividad empresarial y potenciar el capital humano, también es conveniente señalar los beneficios de la especialización y del intercambio, al combinar el conocimiento y know how de instituciones con distintos perfiles pero complementarias entre sí. Pues cada acción se realiza en beneficio de ambas partes, actuando de forma concertada y siempre guiados por un espíritu de cooperación.

Actualmente, la línea continúa vigente y contempla la posibilidad de ampliar el fondo para futuros proyectos de innovación y modernización tecnológica. Al mismo tiempo, vela por un mejor desempeño ambiental en conjunto con instituciones que se especializan en el área técnica del proyecto.

El éxito de la Línea Bice-Fontar se revela en la complementariedad de sus objetivos económicos, educativos y ambientales, con los niveles de rentabilidad y calificación crediticia de la institución.