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Oportunidades en el Oriente


En los últimos 50 años, Corea del Sur experimentó una transformación económica significativa, convirtiéndose en una fuente de comercio, inversión extranjera directa y cooperación para otras regiones del mundo. ¿Cómo se desarrolló su relación con América Latina y el Caribe? Este artículo describe el panorama y muestra el margen de oportunidad que existe con el país asiático.


Corea del Sur es la economía número 12 del mundo por volumen de PIB. En 2017 registró una población de 51.5 millones, exportaciones de US$ 573.694 millones (43.1 %, como porcentaje del PIB). En 1960 el PBI per cápita era de US$ 158.54, mientras que el último año fue de US$ 29.743. En el periodo 1954-2017 tuvo un crecimiento económico de 7.2% promedio. Entre los años 1991-2017 fue 5%. En lo que va de la presente década ha venido creciendo a una tasa promedio de 3%.

Por su parte, América Latina y el Caribe registra una población de 647 millones, exportaciones por US$ 978,732 millones (20.9%, como porporcentaje del PIB) y un PBI per cápita US$ 9.420. Entre los años 1991-2017 creció a una tasa promedio de 2.2% y en lo va de la presente década 2011-2017 ha venido creciendo a una tasa promedio de 1.7%, menor al 3.2% de la década pasada.

Evolución del comercio

El comercio mundial de bienes perdió dinamismo tras la crisis económica y financiera de 2008. Hasta ese entonces, su volumen crecía en promedio 6.3% anual. Tras ello, el indicador se ubicó en 2.2%. La relación entre el comercio y el PIB mundial también fue disminuyendo. En 2016, la tasa de crecimiento del comercio fue inferior a la del PIB, debido al bajo dinamismo de la demanda global, al menor ritmo de expansión de las cadenas globales de valor, una menor liberalización comercial y por el aumento del proteccionismo y la agudización de las tensiones comerciales.

El comercio exterior de ALC, que venía registrando un desempeño negativo durante el periodo 2012-2016, mostró signos de recuperación. El valor de las exportaciones de la región creció a un ritmo interanual estimado de 10.6% en el primer trimestre de 2018, cifra ligeramente menor al 11.9% de 2017.

En 2018, el crecimiento de las exportaciones de la región ha perdido dinamismo y fue más débil que el del comercio mundial, que experimentó un crecimiento estimado de 16 % interanual en los primeros meses del año. Está pérdida de dinamismo de las exportaciones latinoamericanas y caribeñas contrasta con la dinámica de los flujos globales, que mostraron una significativa aceleración a inicios de 2018.

Por otra parte, ALC sigue siendo un participante marginal en el comercio mundial de servicios. En 2016, su participación en las exportaciones mundiales del total de servicios fue apenas de 3.1 %, cifra que contrasta con un casi 6 % de las exportaciones mundiales de bienes. Su cuota en las exportaciones de servicios tradicionales (4.4 % en 2016) fue mayor que la que alcanzó en los llamados servicios modernos (1.8 %).

Los servicios modernos (telecomunicaciones, financieros, seguros, pensiones, regalías y otros servicios empresariales) representaron solo 30 % de las exportaciones de la región, en comparación con el 50 % a nivel mundial. América del Sur representa tres cuartas partes de las exportaciones de servicios modernos de la región.

El gran interés comercial por los servicios se evidencia en el hecho de que, entre 2005 y 2016, el valor de las exportaciones mundiales de servicios modernos creció a un promedio anual de 6.7 %, en comparación con un crecimiento anual de 4.5 % de las exportaciones de servicios tradicionales (transporte, turismo, construcción, servicios personales, culturales y recreativos, y gubernamentales), y de 3.9 %, en el caso de las ventas externas de bienes.

En el primer semestre de 2018, destacó la fuerte expansión del valor de las exportaciones de bienes de la región a Asia (24 %), que casi duplicó el crecimiento de sus exportaciones totales al mundo. Dentro de Asia, los destinos más dinámicos fueron China y los países de la Asean[1]. Estos mercados aumentaron significativamente sus compras de cobre, mineral de hierro y carbón de coque, así como también de productos agrícolas y agropecuarios (soja y trigo, entre otros) y harina de pescado.

Comercio Bilateral Corea del Sur – ALC

El comercio entre Corea del Sur y ALC ha tenido un crecimiento rápido y sostenido, aumentando en promedio 17 % al año desde 1990 hasta alcanzar los US$ 54 mil millones en 2014. Las exportaciones de ALC a Corea son más diversificadas y ponderadas hacia productos manufacturados, a diferencia de las exportaciones a China, más concentradas en materias primas.

Los lazos comerciales entre ALC y Corea del Sur se han estrechado en los últimos años, si bien aún se ubican en niveles modestos. La participación de Corea en las exportaciones regionales aumentó de 1.1 a 1.3% entre los años 2000 y 2013, mientras que su peso en las importaciones pasó de 1.8 a 3.1%. Por su parte, la participación de la región en las exportaciones coreanas aumentó de 5.7 a 6% en igual período, mientras que su participación en las importaciones pasó de 2.9 al 3.5%.

El primer país latinoamericano en firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Corea fue Chile, en febrero de 2003. El tratado entró en vigor en 2004 y en los años subsiguientes el comercio bilateral entre ambos países creció notablemente. Según un informe conjunto del gobierno coreano y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el comercio bilateral entre Corea y Chile creció de US$ 1 575 millones anuales en 2003 a US$7.116 millones anuales en 2013, multiplicándose 4.4 veces. Además, las exportaciones chilenas a Corea pasaron de US$1.100 millones a US$4.700 millones en el mismo período, alcanzando un aumento de más de 400%.

Luego Corea firmó un TLC con Perú en 2010. Las exportaciones peruanas a Corea, que eran de aproximadamente US$900 millones en 2009 aumentaron, en cuatro años, a US$1.983 millones, anotando un crecimiento de más de 100%.

En febrero de 2013, luego de cinco años de negociaciones, Corea firmó un TLC con Colombia. Así también, en febrero del presente año 2018, firmó un TLC con Costa Rica, Panamá, Honduras, Nicaragua y El Salvador, para favorecer un mayor intercambio de bienes agrícolas e industriales, y establecer una alianza estratégica entre ambas regiones. En la actualidad, el gobierno coreano se encuentra en negociaciones con México y el Mercosur para firmar acuerdos comerciales. Estas iniciativas son fundamentales para superar las dificultades aun existentes en el comercio y la inversión del país asiático con ALC, lo que potencialmente generaría mayores beneficios.

Inversión de Corea del Sur en ALC

La Inversión Extranjera Directa (IED) de Corea a América Latina y el Caribe también ha crecido de forma impresionante, aunque desde un nivel muy bajo. En el periodo 2000-2014, el flujo acumulado de inversión de Corea en la región llegó a US$12.821 millones, aumentando más de 21 veces. Principalmente, se concentró en ese periodo en Brasil (43.5%), México (22.6%), Panamá (17.2%) y Perú (11.3%), que en conjunto representaron el 94.7% de la inversión proveniente de Corea del Sur.

En Brasil predomina la IED coreana en manufacturas, seguida por la minería; en Chile y Perú las inversiones en la minería predominan; en Panamá, se orienta mayoritariamente a los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, así como al transporte; y en México se concentró en industrias que producen principalmente para la exportación, aunque una parte importante se dedica al mercado interno.

Cooperación Surcoreana

Corea del Sur, a través de la Agencia Coreana de Cooperación Internacional (KOICA), encargada de implementar programas de subvenciones y cooperación técnica para los países en desarrollo impulsados por su Gobierno, proporciona apoyo para el desarrollo económico y social de los países, sirviendo como plataforma de cooperación y contribuyendo al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sustentable.

En Latinoamérica, KOICA cuenta con agencias y suministra ayuda a Guatemala, Ecuador, El Salvador, República Dominicana, Paraguay, Perú, Colombia y Bolivia. La cooperación proporcionada se incrementó de US$396 millones en 2011 a US$562 millones en 2016, de los cuales US$60 millones para América Latina y el Caribe (10.7 % del total), siendo Asia y África los mayores receptores de ayuda.

Aunque Corea participa activamente en Latinoamérica, la ayuda desembolsada entre 2000 y 2013 fue de EU$587.4 millones (U$S288.4 millones de KOICA y US$402.1 millones del Eximbank vía el EDCF- Economic Development Cooperation Fund). De lo que se destina a la región, alrededor de 53% se dirigió a América del Sur y 47 % hacia Centroamérica, el Caribe y México. Pero, estos montos y porcentajes son marginales en el total de la cooperación coreana en el mundo: en 2010 Vietnam acaparó el 11 % de la Ayuda oficial para el Desarrollo (AOD) coreana, mientras que toda ALC recibió solamente 8%.

La asistencia a los países de ALC de 2013 a 2016, fue aproximadamente US$50 millones anuales en promedio, sobre todo en las áreas de salud y energía, educación y gobernanza. Perú, Paraguay, Colombia, Bolivia y Ecuador han sido los principales receptores de ayuda entre 2011 y 2016.

Cabe hacer notar que de los tres primeros receptores de AOD en 2013, Colombia y Perú negociaron tratados de libre comercio. En 2010, cuando Colombia y Corea comenzaban las negociaciones, el país sudamericano pasó de ser el décimo receptor al segundo. Perú ha permanecido entre los primeros cuatro receptores de AOD coreana, lo cual coincidió con el inicio de negociaciones y conclusión del TLC con Corea.

La ayuda de KOICA a ALC ha disminuido ligeramente en los últimos años, porque la pobreza en el área se ha reducido de 49 a 31 % en un período de 20 años. Por lo tanto, la tendencia internacional es a concentrarse en países menos desarrollados y de bajos ingresos, toda vez que los países de ALC, con excepción de Haití, son ingresos medios o altos.

La ayuda se enfoca principalmente en educación, investigación, capacitación, asistencia humanitaria e intercambio de experiencias de desarrollo. En el área educativa promueven y ayudan a la educación inclusiva, saludable y de calidad, con capacitación y tecnología para el trabajo. En salud hacen hincapié en el agua, la atención materno-infantil y la prevención de enfermedades. En el área de gobernanza buscan formar a los líderes del presente y del futuro, dándoles responsabilidad política. En agricultura y desarrollo rural persiguen el logro del “hambre cero” con producción sostenible y ampliación de acceso a los mercados. En tecnología impulsan la investigación y la promoción, mientras que en cambio climático quieren crear conciencia sobre el riesgo del calentamiento global y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Aunque la ayuda ha disminuido para ALC, se basa en la premisa de apoyar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible a través del desarrollo inclusivo y el crecimiento económico en la región. La próxima etapa de ayudas para ALC estará dirigida al desarrollo y al crecimiento sostenible. En lo que corresponde a las inversiones en asistencia técnica suman un 80% del total de las ayudas financieras, especialmente en países como Perú y Colombia.

En la actualidad, KOICA busca la cooperación con organismos internacionales como Mercosur, Caricom o Sica, aprovechando que los países que conforman estos bloques de integración tienen historia, cultura e idioma común.

Banca de Desarrollo

La movilización de recursos financieros desde Corea del Sur se hace efectiva a través del financiamiento y la cooperación financiera de las entidades públicas y privadas a las empresas coreanas o instituciones públicas latinoamericanas.

Así tenemos la canalización vía la constitución de fondos de fideicomisos en organismos financieros regionales como el BID, creado para apoyar la preparación e implementación de proyectos que desarrollen la capacidad tecnológica, el fortalecimiento institucional, la competitividad y la adopción de nuevas tecnologías de producción en los países miembros prestatarios del BID; el Fondo Coreano de Reducción de la Pobreza para financiar actividades que beneficien a los grupos más vulnerables y económicamente más desaventajados de los países miembros prestatarios del BID. Además de proyectos de desarrollo social, el fondo también financiará aquellos que reduzcan el riesgo ante desastres naturales.

También cuentan con mecanismos de cofinanciamiento o la concesión de líneas para financiar proyectos en una variedad de sectores, cuyo efecto es contribuir al desarrollo de la región, por ejemplo, de infraestructura y otros sectores, con el BID, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Con el BCIE, el Gobierno de Corea del Sur firmó, a inicios de 2017, un acuerdo para financiar con US$100 millones diferentes proyectos de infraestructuras, energías renovables, asistencia sanitaria y gobierno electrónico en América Central.

Por otra parte, el Banco de Importación y Exportación de Corea del Sur (Korea Eximbank) en 2017 realizó desembolsos de créditos y garantías por US$53.8 billones. De ellos el 42.3% se destinaron a operaciones de las empresas coreanas con Asia, seguido por Europa (19.1 %), Norteamérica (14.1 %) y Medio Oriente (13.5 %).

Para financiamientos relacionados con negocios e inversiones en el exterior y facilidades de crédito interbancario, desembolsó en el último año US$10.2 billones, de los cuales 54.7% fue para inversiones en Asia, Norteamérica (16.6 %), Europa (7.6%), medio oriente (7%), Oceanía (2%), África (1.3%) y Latinoamérica (8.5%).

Desde el 2013, el Gobierno de Corea empezó a apoyar al entonces Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV) de la República Dominicana, mediante un programa de colaboración, en su proceso de transformación para convertirse en el actual Banco Nacional de Exportaciones (Bandex). La colaboración incluyó la capacitación de técnicos del banco y del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana. (CEI-RD), en lo relativo a la promoción y financiamiento especializado para proyectos de exportación.

En 2016, Korean Eximbank y la Agencia de Seguros de Crédito a la Exportación (K-Sure) firmaron convenios de financiamiento y cooperación con el Banco Nacional de Comercio Exterior S.N.C. (Bancomext) de México. El primero fue una línea de crédito por US$200 millones con el Korean Eximbank. Los recursos destinados a apoyar el crecimiento y la productividad de las empresas mexicanas que provean bienes y servicios a firmas coreanas y a empresas mexicanas que cuentan con capital de Corea. De esta manera, se buscó fomentar una mayor integración comercial entre Corea y México en tecnología, bienes de capital, equipo, partes y servicios.

Bancomext también firmó un memorándum de entendimiento con K-sure, estableciendo mecanismos de cooperación entre México y Corea para la estructuración de operaciones de cofinanciamiento y co-garantías para proyectos ubicadas en México o en terceros países de interés de ambas partes.

[1] La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, creada en 1967, está integrada por Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei Darussalam, Camboya, Laos y Myanmar.